sábado, 31 de julio de 2010

VERANO 2010

- ¿Qué se llevaría usted de vacaciones a una isla desierta? – me inquirió con descaro una amable periodista en plena calle con no menos de treinta y cinco grados a la sombra, lo que no me dejaba demasiado juego a la imaginación.

Veamos. Podría llevarme mi MP3 bien surtido, posiblemente de música de algún cantautor de provincias escasamente popularizado, alguna que otra lata de comida, que la intendencia es tremendamente importante y nunca se sabe el tiempo que se puede tardar en conocer las reglas de juego de la isla, y por tanto en poder ser autosuficiente, una navaja suiza que haga las veces de cuchillo, tenedor, abrelatas y cuchara, inseparable compañero de viaje de todo aventurero que se precie, ropa de repuesto, calzado fuerte, que no todas las islas gozan del caribeño clima de sus homologas televisivas, cerillas, mechero, papel, en definitiva algo con lo que encender una buena hoguera que me sirva para calentar la comida de las latas, para calentarme yo mismo o para ahuyentar a los mosquitos y demás fieras que se les ocurra visitarme, una radio con la que escuchar el parte meteorológico, que uno puede ser un Robinson, pero antetodo debe mantenerse informado del estado del tiempo, un teléfono móvil con dos baterías de repuesto con el que poder comunicarse con el exterior y así poder solicitar nuevamente más latas de comida, más pilas para la radio, más cerillas, que todo se agota, más ropa limpia y más calzado…., un ordenador portátil para escribir mis memorias, acaso un diario, o una novela, por qué no, que siempre me atrajo lo de ser escritor, una grabadora de mano donde iré grabando lo que se me ocurra cuando esté tomando el sol en la playa y no tenga el ordenador a mano, que un amigo poeta me confesaba en una ocasión que resulta muy útil, una escalera de mano que sin duda en la isla habrá cocoteros y se me puede apetecer uno y yo no soy precisamente un dechado de virtudes físicas como para subirme a los árboles sin escalera, mi pipa, mi vieja pipa de la que nunca me separo que aunque llevo tres años sin fumar es bueno combatir la soledad con una vieja amiga, mi visera de los Bulls de Chicago de la que tampoco me separo desde que los viera en directo en una final de la NBA, un calendario en los que ir anotando los días que van pasando o restando los que queden hasta que me encuentren, en el supuesto de que alguien me eche de menos, quizás mi esposa, o mis hijos, un….

- Pero hombre de Dios, - me interrumpió- yo solo quiero que me diga tres cosas que se llevaría a una isla desierta de vacaciones…..

- ¿Tres cosas?. Pues bien pensado, creo que lo único que me llevaría seria la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe. Si, eso es. Que en ella esta todo cuanto se necesita para…. Aunque tendría que llevarme mi maletín donde guardarla, que yo soy tremendamente escrupuloso y no me gusta que se me estropeen los libros, y puestos a llevar el maletín podría meter el ordenador portátil, que apenas ocupa espacio y el maletín es bastante grande, y algo de papel y lápices de colores, y oiga, señorita, que aun no he terminado!. ¿Adonde se va corriendo?.

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